El ser humano esta estrechamente relacionado con el medio físico o geográfico que le rodea. La geografía como ciencia tiene por objeto el estudio de las interrelaciones entre el ser humano y el ambiente que le rodea, esta interacción hombre – ambiente se efectúan en la superficie terrestre (Zamora, 2006); En consecuencia, el ser humano se ve obligado a adaptarse a las condiciones del medio físico lo cual implica adoptar una determinada forma de vida con la cual para poder subsistir.
En este articulo nos vamos a centrar en como influyó el medio geográfico en el establecimiento de ciudades en la Edad Media. Los Castillos o Ciudades Amuralladas constituyen uno de los elementos más representativo de este período histórico (El Medioevo). La Edad Media o Medioevo se divide en dos etapas: La Alta Edad Media (Siglos V al XI) y La Baja Edad Media (Siglos XI al XV)
El concepto para establecer ciudades y urbes no cambio mucho en este período que más bien tuvo un cierto estancamiento y decadencia. Este aspecto fue la causa de que muchos establecimientos urbanos, que otrora eran muy prósperos, fueran deteriorándose y posteriormente abandonados. En este sentido, nos tropezamos con un fenómeno distintivo y característico de la Edad Media, nos referimos a la aparición de castillos y fortalezas. Aún en nuestros días se pueden observar dichas edificaciones por toda Europa (algunas en ruinas y otras en perfecto estado) y que parecieran obedecer a criterios específicos para su establecimiento.

Castillos y ciudades.
En este tiempo la construcción de fortalezas y Castillos tuvo su gran auge, hasta el punto de ser uno de los elementos más representativos del Medioevo. Hoy día se pueden encontrar en las librerías atlas y libros, que nos muestran imágenes de castillos medievales, y es que en casi todos los rincones de Europa vamos a hallar una de estas obras arquitectónicas. ¿Su razón de ser? Se sabe, y así lo expresa el historiador René Chandelle, que la nobleza medieval no siempre vivió en grandes ciudades amuralladas y castillos fortificados, sino que para el siglo XI “… las residencias señoriales… eran una especie de casa solariega” (Chandelle, 2008, 217), y de ahí en adelante estas casas sufrirían una enorme metamorfosis para convertirse en obras de gran opulencia.
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En Francia también encontramos castillos que han tomado parte en sucesos históricos tanto importantes como enigmáticos. Nos referimos al castillo de Montségur y los tres castillos de Rennes-le-Chateau, ambos ubicados en la cordillera de los Pirineos. Mencionaremos cada uno por separado:
- El Castillo de Montségur esta situado en las montañas del Pog a 1207 metros de altura en los Pirineos. El castillo tiene una sola ruta de acceso y es realmente difícil ya que hay que atravesar grandes y espesos bosques, además su posición en lo más alto del Pog facilita su defensa. De ahí el origen de su nombre (Montségur en español significa monte seguro). Este castillos constituyó el último bastión de un grupo de herejes conocidos como los Cátaros, es también protagonista de uno de los enigmas más grandes de la época y que se ha extendido hasta nuestros días, nos referimos al santo grial.

- En la ciudad de Rennes-le-Chateau también nos topamos con tres castillos cuya ubicación alrededor del poblado, reforzada por el misticismo, no dejan de llamar la atención. Estos castillos son: el emplazamiento de Champagne-sur-Aude, el castillo de Blanchefort y el castillo de Saint-Just-et-le-Bézu; fueron construidos por los Caballeros Templarios (orden Caballeresca de carácter religioso-militar), y además de estar ubicadas en la cima de tres montes, parecieran formar un perímetro alrededor del Poblado de Rennes-le-Chateau. La leyenda del santo grial también entra en rigor con respecto a estos castillos, y es que se presume que en la iglesia del pueblo están enterrados unos manuscritos que hacen alusión directa al santo grial y que los Templarios junto a sus tres fortalezas, cumplen una función de guardianes o protectores.
Crecimiento demográfico e insalubridad.

Como ya se ha mencionado la aglomeración de vasallos dentro ciudades amuralladas contribuyó a que las condiciones de incomodidad e insalubridad encrudecieran. En los siglos IX al XI tuvo su gran apogeo las actividades agrícolas, sobre todo el cultivo. Se transformaron grandes bosques en campos de cultivo y pastoreo que contribuyeron a una recuperación demográfica de la población europea. Las ciudades se saturaban de gente, trayendo como consecuencia que se construyeran estructuras encima de las existentes edificaciones; aunado a ello también la falta de áreas verdes perfilaron los factores que jugaron un papel determinante en la aparición de enfermedades y pestes.

Fuentes:
· HINDLEY, Geoffrey. (2004) Las Cruzadas, Peregrinaje Armado y Guerra Santa. Barcelona (España), Ediciones B.
· CHANDELLE, René. (2008). Más allá de las Catedrales. Barcelona (España), Ediciones Robinbook, s. L.
· VERA, Ángel. (2009). Breve historia de las Ciudades del Mundo Antiguo. Madrid (España), Ediciones Nowtilus, S. L.
· CANAL DE HISTORIA. (2010). Los Grandes Misterios de la Historia. Barcelona (España), Editorial Debolsillo.
· ZAMORA, Héctor. (2006) Geodiversidad. Caracas, Ediciones CO – BO.
· TORRES, Margarita. La vida en un castillo Medieval. En: Historia de Iberia Vieja. Revista de historia de España año No 33, Madrid – España, Editado por: América Ibérica.
· ROMERO, Alfonso. Alba, Luna y Gordón. Tres castillos para una reconquista. En: Medieval. Revista de arqueología, Historia y Viajes sobre el mundo. No. 18, Año: 2007, Barcelona – España. Editado por: EDM revistas.
Me gusto esa conclusion ;).TE FELICITO muy buen articulo ^^... MAS VALE TARDE QUE NUNK :D
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