martes, 9 de agosto de 2011

La Atlántida: Rastreando a los atlantes sobrevivientes.



Arqueo genético.

El antropólogo y escritor George Erikson en colaboración con el profesor Ivar Zap se han dedicado a buscar un factible rastro atlante por el mundo. Sus métodos se basan en el estudio de las culturas y comparaciones de las mismas, en base a esto han llegado a afirmar que los atlantes se asentaron en diferentes lugares por toda Sudamérica y América Central poniendo especial atención en la península del Yucatán; para sustentar su afirmación expone que todo lo que hoy día es Cuba y las Bahamas, hace once mil quinientos años atrás estarían totalmente por encima del nivel del mar, implicando esto, una posible conexión entre las Bahamas con Cuba y la península del Yucatán.

Para Erikson los atlantes como buenos marinos que pudieron ser, estaban acostumbrados a observar las estrellas con detenimiento, y es posible que hubiesen podido detectar algo distinto en las conformaciones astrales, que les permitiera pensar en un inminente desastre. Así pues, Erikson sostiene la posibilidad que ante esta situación un grupo de habitantes de la Atlántida buscasen refugio en otras tierras y llevasen consigo algunos animales. Lo cierto es que en algunos muros y esculturas Mayas se pueden observar claramente las formas de animales que no existían en América Central, como los elefantes y platón describe a la civilización atlante como “la raza de los elefantes”; por otro lado, en las mismas esculturas y murales Mayas se pueden apreciar las formas de hombres con barba y bigote, cuando se sabe que los nativos americanos carecían de vello facial. “la presencia de relieves e imágenes de esculturas con formas budistas y rasgos negroides [también] probaría la llegada de extranjeros a través del corredor navegable de la Atlántida, idea también refrendada por las palabras de Platón, quien asegura que la Atlántida se comunicaba con el resto de los mares de la tierra (…)” (Canal de historia, 34, 2010) Sin embargo, como es común en el mundo científico, se han encontrado muchas opiniones y posturas al respecto una de las cuales afirma que tanto los hombres con bigote y barba, como los elefantes, en realidad vendrían a ser representaciones Mayas de entidades sobrenaturales y que nada tendrían que ver con la llegada de extranjeros al Yucatán, otros dicen que las figuras con forma de elefantes son representaciones del guacamayo.

En contra parte a esta corriente de investigación, existe un grupo de científicos que, si bien no descartan lo observado en las esculturas Mayas, han optado por el camino de la genética. La batuta en esta forma de comprobar si hubo sobrevivientes la han llevado los doctores Greg y Lora Little “… en sus investigaciones… intentan encontrar a los sucesores de esta civilización entre las poblaciones actuales que poseen una variedad antigua de ADN llamada Haplogrupo X. `En esencia lo que hemos hecho es examinar todos los estudios hechos sobre el ADN mitocondrial. En los 42 grupos de ADN mitocondrial conocidos, incluso hoy, el Haplogrupo X demuestra que todos los americanos nativos no llegaron por el estrecho de Bering 9500 a. C.´, explica Greg Little… los análisis realizados por el matrimonio Little aseguran se da entre los vascos, los iroqueses de Norteamérica, en América Central y Sudamérica, y con menor incidencia en Oriente Próximo.” (Canal de Historia, 37, 2010)

Todos estos hallazgos constituyen una pieza del gran rompecabezas que aun no está resuelto del todo y para lo cual habrá necesidad de evidencias más contundentes que ratifiquen el escrito de platón. Las similitudes culturales y genéticas en el mundo y las aparentes ruinas atlantes en las Bahamas y en la isla Bimini, así como los misterios sumergidos en las profundidades del Atlántico, son parte de este gran enigma.


¿Qué aspecto tenían los atlantes?

Aunque pensamos que, dado la falta de evidencias, es un poco aventurado hablar sobre cómo pudieron ser físicamente los atlantes, hemos optado por no descartar lo que nos ofrece el investigador y explorador Frank Joseph, quien en base a sus viajes, investigaciones y observaciones nos hace un esbozo de lo que pudo ser la apariencia de los atlantes. A continuación dejaremos este punto en las palabras de Frank quien reconoce que es un tema realmente difícil, dado la condición efímera del ser humano:

“Un punto de referencia pueden ser los guanches, nativos de las islas Canarias que descubrieron los españoles a principios del siglo XV. Los guanches eran blancos, de ojos claros y cabello ondulado. Muchos eran rubios. Eran altos y robustos, de complexión fuerte [eran un pueblo geográficamente aislado] (…) Ellos construyeron pirámides con escalones y templos concéntricos, momificaban a sus muertos, conservaban tradiciones de una gran-isla hundida de la cual llegaron sus ancestros y reverenciaban a Atlas.

“Con seguridad los guanches fueron atlantes, quizá la última población sobreviviente. Su descripción racial concuerda con los relatos de los atlantes en otras partes del mundo, como las historias de la serpiente emplumada, que los mayas y aztecas conocían como un hombre alto, de piel blanca y piel amarilla que cruzó el océano Atlántico para fundar la civilización mesoamericana. En Sudamérica se le conocía como Espuma de Olas de Mar, una poética metáfora de la ola de la proa de su embarcación y se le recuerda como pelirrojo. En Norteamérica, prácticamente todas las tribus indígenas tiene un recuerdo similar del hermano blanco, que llegó desde la gran inundación; los Winnebago lo conocían como Cuerno Rojo por el color de su cabello. La mayoría de los mitos tradicionales de portadores de la cultura, o los supervivientes de la Atlántida los describen de cabello rojo.

Guanches.
“Varias descripciones de los atlantes sobrevivieron el milenio. La más importante se puede encontrar en los retratos de individuos Meshwesh capturados por el faraón Ramsés III… Usando cascos de pelo de caballo y collares de los prisioneros, los atlantes sin barba tiene rasgos afilados, son aguileños con bocas definidas, cabezas un poco ovales y un leve sesgo hacia arriba en los ojos (…).

“Estas mismas características se pueden ver en las piezas de terracota de una morgue etrusca, que representa a un esposo y una esposa. Aunque es probable que este trabajo se haya hecho cerca de cinco siglos después de la destrucción de la Atlántida, testifica la supervivencia de la raza atlante en la Italia occidental. Fue aquí, según Platón, que los atlantes extendieron su poder y la civilización etrusca ciertamente poseyó muchas características de la Atlántida (…)

“Su robusta apariencia física parece ser sido heredada de los ancestros de Cro-Magnon. Los atlantes fueron un pueblo muy antiguo, que pertenecía a un pre-aria, hasta la raza pre-caucásica (…)” (Joseph, 224-225-226, 2007)

Hasta aquí la aproximación que nos hace Frank con respecto a lo que considera, es la apariencia de los atlantes otrora; todo cuanto explica es fruto de sus investigaciones, viajes, exploraciones y observaciones. Hemos querido incluir este fragmento de su libro para que el lector pueda tener una visión más amplia sobre este y otros temas, aunque nos hemos centrado en el dialogo de platón, y de ahí contrastado los datos geológicos, arqueológicos, antropológicos, lingüísticos, genéticos, entre otros, existen muchas otras posturas en cuanto al tema de Atlántida. Algunos afirman a ciegas que si existió y que el relato de Platón es totalmente verídico, otros no niegan que el relato de Platón tenga algo de cierto pero mantienen una postura más “conservadora” y otros simplemente niegan totalmente la existencia de la Atlántida y ponen el dialogo del Timeo y Critias en el lugar de textos moralizadores, donde Platón descargo todo su descontento hacia la sociedad ateniense de su época. No obstante, consideramos que los hallazgos hablan por sí mismos y que queda de parte del lector, sacar sus propias conclusiones.


Fuentes:

  • Joseph, Frank (2007). La Destrucción de la Atlántida. Rochester, Vermont – USA Editorial Inner Traditions International
  •  CANAL DE HISTORIA (2010). Los Grandes Misterios de la Historia. Barcelona – España Editorial Deboldillo

La Atlántida: Los Atlantes. Sobrevivieron?


El diluvio y posibles rutas de escape.


Andes peruanos.
Para muchos investigadores el ascenso del nivel del mar se debe, principalmente, a un derretimiento de los casquetes polares producto de un aumento en la temperatura terrestre. La causa que atribuyen a este fenómeno es la degradación ambiental que pudieron provocar los atlantes con todas sus actividades y desarrollo tecnológico, algo parecido a lo que ocurre en la actualidad. Hoy día podemos ver como el hombre le asesta duros golpes al equilibrio natural talando árboles, quemando bosques, contaminando los cuatro elementos y un constante exterminio de la fauna; ¿consecuencia? Pues, aumento de la temperatura, desequilibrio ecológico, derretimiento de los casquetes polares  y con ello un progresivo aumento en el nivel del mar; ¿a quién afecta al final? ¿Seriamos capaces de sobrevivir sin los recursos que nos ofrece el planeta tierra? ¿Por cuánto tiempo el planeta aguantará nuestros abusos?

Para muchos investigadores fue el abuso y la arrogancia lo que provoco que los atlantes cavaran su propia tumba. El diluvio se ha atribuido a esta causa y, en este sentido, el periodista e investigador Frank Joseph cuenta que en el año 1996 se reunió una conferencia de geólogos, climatólogos, biólogos y otros muchos científico en el área de la tierra con el fin de discutir sobre la problemática ambiental, la conclusión según Frank es que “(…) nuestro planeta está siendo testigo de la más grande extinción de la vida animal, en sesenta y cinco millones de años(…)” (Joseph, 244, 2007) Siguiendo este orden de ideas, no deja de establecer relación y semejanza entre la “situación atlante” y nuestra realidad actual.

Himalaya. India
El diluvio pudo haber sido consecuencia de la explotación irracional del planeta por parte del hombre, en específico, de los atlantes. Aun así, esta idea no tiene porque descartar las causas del cataclismo expuestas en el capitulo anterior sino todo lo contrario, servirían de apoyo y sustento. Frank explica que un aumento en la temperatura media del globo terrestre podría ocasionar, entre otras cosas, un derretimiento de los hielos árticos y en consecuencia un aumento del nivel del mar: “(…) Hasta un pequeño aumento adicional en la temperatura, podría abrir las puertas a la suficiente agua desde los casquetes polares de hielo para enterrarlo todo, excepto las cordilleras de las más elevadas montañas(…)” (Joseph, 245, 2007) Encontramos aquí pues lo que podría ser una pista por medio de la cual pudo haber un pequeño grupo de atlantes que lograsen sobrevivir a la catástrofe, y en base a esta postura, podría explicarse porque la cultura floreció en determinados lugares del globo terrestre y no en otras.

Las grandes elevaciones montañosas bien pudieron ser la ruta de escape seguida por algunos atlantes, ya que el mismo Platón explica que la cultura atlante dominaba los mares de la tierra. El investigador Stel Pavlov comparte el mismo punto de vista de Frank al explicar que “… cuando [la tierra] sufrió la inundación, no hubo ningún lugar por el que escapar. Los tres grandes bloques de tierra eran Sudamérica, Sudáfrica y la península de la India. Pero como era una inundación, la tierra que estaba a la misma altura estaría bajo el agua. Así que habría que ir más al norte para encontrar montañas, y por ende, tierra seca. Los Andes, en Perú. El monte Ararat en Turquía, cerca de Egipto. Y la cordillera del Himalaya en el norte de la India y la frontera con China. Los mismos lugares en los que nacieron la religión y la escritura.” (Pavlov, 206, 2009) Esta es una perspectiva que puede contestar muchas preguntas y explicar ciertos fenómenos en la civilización humana del mundo antiguo; como por ejemplo las cultura egipcia, mesopotámica e India poseen tantos patrones culturales en común con las culturas Mayas, Aztecas e Incas cuando, hasta el sol de hoy, se cree o se sabe que el contacto entre ellas fue totalmente nulo.


Monte Ararat. Turquía
3.2 – En caso de sobrevivir, ¿Dónde pudieron asentarse?

Mucho se ha especulado en el mundo científico sobre si los atlantes pudieron sobrevivir y fundar nuevas ciudades, culturas o civilizaciones, aportando parte de sus conocimientos “avanzados”. Bajo esta hipótesis se ha llegado a pensar que los egipcios, babilonios, las culturas mesoamericanas y andinas, así como la cultura de la India, entre otros, son o pudieron ser parte de una colonia atlante o bien una herencia de los sobrevivientes que se dispersaron por el globo terrestre.

¿En que se sustentan estas hipótesis de los sobrevivientes y su relación con estas grandes culturas del mundo antiguo? Básicamente se apoya en el avance tecnológico (arquitectónico, social, jurídico, agrícola, religioso) en comparación con otras civilizaciones contemporáneas, el repentino salto (en algunos casos) de nómadas u organizaciones tribales a civilizaciones y grandes imperios pareciera ser la “evidencia” de que recibieron ayuda ajena, “Desde esta mirada, parece obvio suponer que los pobladores de Mesoamérica no saltaron de las chozas y las tribus nómadas a asentamientos culturales asombrosos sino que son el producto de un proceso evolutivo que no se logra en cientos de años.” (Gueller, 114, 2004); además, y esto puede saltar a la vista, existen muchos rasgos en común entre estas sociedades, como por ejemplo el hecho de que tanto Mayas, Incas y egipcios edificaran sus templos en forma piramidal. David Gueller explica que “Muchos autores consideran que las civilizaciones de Mesoamérica y Egipto son en realidad descendientes de la Atlántida, o bien miembros de colonia fundadas por los atlantes.” (Gueller, 133, 2004) Si algunos atlantes lograron escapar a la catástrofe que acabo con su isla continente y se refugiaron en grandes elevaciones montañosas, de las cuales posteriormente pudieron descender pues, a nuestro modo de ver, no sería descabellado pensar que pudieran influir de alguna manera sobre otros pueblos y transmitirles parte de sus conocimientos que no se sabe a ciencia cierta cuan avanzados eran, pero si mucho más antiguo.
Ruinas de Machupichu

En el caso de las similitudes culturales en todo el mundo, aun sin que estas sociedades entraran en contacto, ha despertado la curiosidad de unos y el escepticismo de otros. “La conclusión general es que estas culturas no pudieron construir las maravillas arquitectónicas que se les atribuyen; tuvo que existir una civilización avanzada que les enseñó a hacerlo. Además, parecen existir muchas semejanzas en la cultura y arquitectura de estas civilizaciones.

La similitud entre las culturas egipcia, maya, aztecas, inca y otras parece ser la ‘demostración’ de que estas civilizaciones eran colonias de la Atlántida (…)” (Gueller, 133, 2004)

Ahora hablemos del aspecto lingüístico y como existen ciertos puntos en común entre el vocablo de los distintos pueblos del mundo antiguo. Los parecidos no se limitan solo a la arquitectura, avances en ramas como la medicina o astronomía, sino que van más allá y se extiende hasta la misma lengua hablada y escrita aun cuando, reiteramos, no existió entre muchas de estas culturas un contacto directo. Chales Berlitz explica que el idioma vascuence ya se hablaba en la península ibérica mucho antes de la conquista celta y romana, además que “La lengua vasca sigue siendo la única no clasificada, entre todas las [lenguas] de Europa (…)” (Berlitz, 206, 1976) Del mismo modo Frank Joseph ha intentado rastrear una especie de hilo conductor que va desde las islas canarias a Mesoamérica y otras regiones del mundo, pero ya hablaremos de ello más adelante.

Zigurat de ur de la antigua Mesopotamia
Siguiendo las ideas de Berlitz, la lengua vasca podría remontarse incluso hasta la época del hombre de Cro-Magnon, esto es 25.000 años atrás. Incluso especula que este hecho puede haber sido producto de una de las oleadas pobladoras de los posibles sobrevivientes de la Atlántida; no obstante, continua explicando: “…el vascuence no parece tener influencia visible sobre ningún otro idioma, ni estar influido por algún otro.” (Berlitz, 207, 1976) En este sentido procedemos a mostrar algunos ejemplos y similitudes lingüísticas como por ejemplo, en las culturas indígenas americanas la palabra Manitu vendría a significar “Gran Espiritu” y en la lengua hindú su equivalente sería  Manu; en lengua náhuatl teo (théulh) al igual que el griego Théos viene a significar “Dios”; en vascuence argi significa “luz” y su equivalente en sánscrito sería arq que significa brillante; “En griego, Thalassa era “el mar”, y en maya thallac significa “no sólido”, mientras Tlaloc, el dios del agua de los aztecas; estaba también relacionado con el mar.en la mitología caldea, Thalat era la diosa que reinaba sobre el caos. Atl significa agua en náhuatl (azteca) y lo mismo en el lenguaje bereber del norte de Africa” (Berlitz, 208, 1976) Así pues, estas posibles evidencias (entre otras), parecieran indicar que hay un hilo conductor que comunica a una gran variedad de culturas que florecieron en todo el mundo, pero que, hasta el momento, no pasa de ser una mera pista.

Fuentes:

  •          Berlitz, Charles (1976). El Misterio de la Atlántida. Barcelona – España Editorial Pomaire
  •          Gueller, David (2004). La Atlántida ¿mito o realidad? Caracas Editorial Ramdom House Mondadori
  •          Harris, Marvin (2009). Introducción a la Antropología General. Madrid – España Alianza Editorial
  •          Joseph, Frank (2007). La Destrucción de la Atlántida. Rochester, Vermont – USA Editorial Inner Traditions International
  •          Mann, Charles (2008). 1491, Una Nueva Historia de las Américas Antes de Colón. México Satillana Ediciones Generales.
  •          Pavlov, Stel (2009). El códice de la Atlántida. Madrid – España Editorial La Factoría de Ideas

lunes, 8 de agosto de 2011

La Atlántida: El Cataclismo. Una Inundación?


Inundaciones y subidas del nivel del mar.


Una de las hipótesis que se manejan sobre como desapareció la Atlántida hace mención a un gran diluvio que además tiene un respaldo en la historia geológica del globo terrestre. Se sabe que para el año 23.000 antes de Cristo, comenzaron a descender las temperaturas en toda la tierra provocando que las aguas de mares y océanos se fueran retirando paulatinamente, dejando al descubierto grandes porciones de tierra antes sumergidas. Sin embargo, hacia el 12.000 antes de Cristo las temperaturas comenzaron a aumentar de nuevo y con ello las aguas fueron recuperando sus espacios. Finalmente, en el año 9.000 antes de Cristo el mar había recuperado todas las zonas que antes había ocupado, trayendo como consecuencia que todas las porciones de tierra que antes estaban al descubierto volvieran a inundarse. Lo curioso es que para Platón la Atlántida desapareció  bajo las aguas hace aproximadamente unos 9.500 años antes de Cristo, coincidiendo casi con la fecha en que según los estudios, finalizo el periodo glacial. 

Hay numerosas evidencias, geológicas y arqueológicas,  que muestran que el mar no siempre se ha mantenido en el mismo nivel de hoy día. El investigador Stel Pavlov comenta que “En un determinado siglo, hace 120.000 años, el descubrimiento de huellas en piedra caliza junto a las Bahamas demostró que el océano se elevo seis metros por encima del nivel actual del mar. Después, al poco tiempo de aquello, descendió nueve metros y medio. Teniendo en cuenta que los niveles medios del mar / subieron entre uno y cinco milímetros cada año, la variación registrada fue enorme (…) Jacques Cousteau encontró una serie de grutas bajo el agua en la misma zona con enormes estalagmitas y estalactitas, demostró que en el año 10.000 a. C. había ocurrido un cambio geológico… Ahora las grutas estaban a cientos de metros bajo el agua, y una tenía una forma casi esférica, síntoma de una de estas dos cosas: actividad volcánica o explosiones subterráneas provocadas por el hombre.

Otras estadísticas mostraron que históricamente el nivel del mar en la tierra y el clima habían fluctuado debido a la radiación solar. Un aumento de la radiación solar en el 15.000 a. C. coincidió exactamente con un aumento de los niveles del mar de 105 metros (…)” (Pavlov, 62-63, 2009) David Gueller comenta que el investigador Collina-Girard realizó un estudio sobre la ubicación de los hielos durante la segunda glaciación de Wurn, con el fin de comprobar si esa época el norte de Europa estaba sumergido bajo tres kilómetros de hielo y en España las nieves alcanzaran un espesor de entre 1.300 y 1.500 metros, si esto era así (dice Girard) entonces pudieron haberse dado migraciones de Europa al norte de África. El resultado de la investigación fue que en la segunda glaciación, el nivel del mar estaba 130 metros por debajo del nivel actual.

Sea como fuera, es evidente que desde tiempos inmemorables el nivel de los océanos ha sufrido cambios y que no siempre se ha mantenido tal como lo conocemos en la actualidad. La idea de un cataclismo universal que sumergió el planeta tierra bajo las aguas es compartida por muchas sociedades y culturas del mundo. El investigador Patrick O´Callagan cita un cuadro resumen, hecho por Charles Berlitz, donde expone la presencia de un diluvio universal en diferentes tradiciones culturales del mundo:


Origen
Protagonistas
Solución
Cataclismo
Final
Antiguo testamento y tradición judaica.
Noé, su familia y una pareja de cada animal conocido.
Arca.
Lluvias torrenciales durante 40 días.
Llegada al monte Ararat.
Tradiciones sumerias, asirias y babilónicas.
Gilgamesh.
Una nave de 600 codos de largo.
Maremoto. Desborde de los ríos y los lagos.
Llegada al monte Nizar.
Tradición griega.
Deucalion, su esposa (Pirra) y animales.
Un cofre gigantesco.
Inundaciones durante 9 días.
Llegada al monte Parnaso.
Tradición india.
Satyrawata.
Un barco gigantesco guiado por un pez de origen divino.
Inundaciones durante una semana.
El pez llevo al barco a tierra firme.
Tradición persa.
Yima, mil parejas  humanas y animales.
Una fortaleza subterránea.
Terremotos o inundaciones.
Salieron a la superficie, una vez pasado el cataclismo.
Corán.
Noé, su familia y animales.
Arca.
Inundaciones.
Llegada al monte Djudi.
Tradición celta.
Reina Cesair [procede el mito irlandés era hija de bith y nieta de Noé] y cortesanos.
Un barco gigantesco.
Desborde del océano.
7 años de navegación hasta llegar a tierra firme.
Leyenda china.
Fang Li y su esposa.
Un junco.
Inundaciones y terremotos.
Las aguas se retiraron.
Leyenda azteca.
Coxcox y su esposa.
Un tronco ahuecado
Inundaciones de 52 años.
Un gran pájaro los guió a tierra firme.
Popol Vuh, de la tradición maya.
Unos pocos mayas.
Cuevas profundas.
Inundaciones y terremotos.
Salieron a la superficie, una vez pasado el cataclismo.
Leyenda sioux.
Unos pocos sioux.
Canoas gigantescas.
Inundación de varias semanas.
Llegada a tierra firme.
Tradición guaraní.
Tamandere y su mujer.
La copa de un árbol gigante.
Inundaciones de muchos meses.
Se retiraron las aguas.
Tradición inca.
Unos pocos incas.
Las montañas más altas de los Andes.
Inundación de 60 días.
Retirada de las aguas.
Leyenda esquimal.
Unos pocos esquimales.
Kayacs atados unos a otros
Inundación y vientos.
Retirada de las aguas.

 (Callagan, 18-19, 2004)

En este mismo orden de ideas cabe destacar que tanto las erupciones volcánicas como las repentinas y violentas subidas del nivel del mar no constituyen hechos aislados, por el contrario, están íntimamente relacionados y en ocasiones ambos fenómenos se dieron de manera simultanea. Resulta pues, que existen numerosas culturas  que hacen referencia a bruscas subidas del nivel del mar y que en muchas ocasiones las subidas del mar estuvieron acompañadas de erupciones volcánicas y terremotos. 

En fin, la causa de la desaparición de la Atlántida es un tema que sigue siendo cuestionado hoy en el mundo científico. Sin embargo, en base a los estudios y los resultados que estos han arrojado, consideramos que existen numerosas evidencias científicas y no tan científicas (tradiciones, relatos y testimonios) como para ir sacando ciertas conclusiones en cuanto a la fecha  en la que según Platón desapareció la Atlántida y cuál fue la causa. Pero como ya hemos mencionado, el tema sigue siendo objeto de especulaciones y discusiones.


Fuentes:
  •          Pavlov, Stel (2009). El códice de la Atlántida. Madrid – España Editorial La Factoría de Ideas
  •          Callagan, Patrick (2004). Las pirámides de Egipto. Caracas Editorial Ramdom House Mondadori
  •          CANAL DE HISTORIA (2010). Los Grandes Misterios de la Historia. Barcelona – España Editorial Deboldillo
  •          Mann, Charles (2008). 1491, Una Nueva Historia de las Américas Antes de Colón. México Satillana Ediciones Generales.